miércoles, 8 de mayo de 2019


En una asignación de la clase de biología, me han dejado ver un video, del Jefe PIEL ROJA hacia el presidente de los Estados Unidos, y en base a esto hacer mi propia carta, dirigida a mi hijo, cuando tenga mi edad, dándole información acerca de cómo es la situación en la actualidad. Esto me hizo reflexionar profundamente, ya que siempre le he echado la culpa a los demás, a lo más notorio, defendiéndome de mis grandes males, como a las industrias, pero, ¿YO TAMBIÉN HAGO MAL! Y seguramente quien este leyendo esto, también. Te dejo mi carta, es un poco profunda. Espero que reflexiones.
                                                                                                

                                                             Oaxaca de Juárez Oaxaca a 8 de mayo de 2019

            Querido  hijo te escribo esta carta por un motivo escolar, un motivo que a estas alturas de la vida, es preocupante. Hoy tengo 16 años, espero cuando leas esto, la situación sea mejor de lo que estas apunto de leer.
            Te hablo desde el centro de la ciudad de Oaxaca, donde se vive un clima realmente variado, hace calor, en las mañanas  hace frio y luego llueve. ¿Quién es el causante de este disturbio el cual nos provoca enfermedad, por el cambio climático? Lamento decirte que soy una de las principales causas, yo contamino, compro plástico desenfrenadamente,  al comprar agua, al ir al supermercado y pedir una bolsa por que se me olvida llevar la que ya tengo. Cerca del lugar donde vivo ya no hay tantos árboles como los había cuando yo tenía 8 o 10 años. Espero y en tu tiempo todavía existan esas jacarandas que tanto me gustan. Yo hoy desperdicio agua, y por si fuera poco, la contamino, ultimadamente me ha frustrado esta situación, me preocupo, ¿qué lugar te dejaré? Hoy me he propuesto un futuro mejor, por un aire más  puro por una vista azul en lugar de aquella mancha grisosa que cubre el cielo. Me he propuesto a reutilizar hojas de libretas, e este ciclo utilice alrededor de 500 hojas, o más, para su fabricación, por cada 400 hojas se utilizan 330 litros de agua, he desperdiciado miles de litros por esas  hojas que no quise ocupar del lado reverso por “estética”. Vamos por la vida sin preocupaciones, sin tomar responsabilidad de nuestros actos. Aquel río Atoyac, que lleva un color café y basura entre sus corrientes, ojalá lo hubiera visto limpio, si es que algún día lo estuvo. Te pido que tomes conciencia, y espero y aún te toque escuchar a los pájaros cantar por las mañanas, ojalá y aún corras  jugando cuando el aire se desplace por tu rostro limpio y puro cuidar este lugar, es la muestra de cariño que puedo darte, créeme que es un gran esfuerzo el que haré por ti.

Aquí les dejo la evidencia de mi carta escrita a mano.